lunes, 13 de septiembre de 2021

TEMA 5 OPOSICIÓN INSPECCIÓN CLM 2022 CUARTA PARTE

 5.4.21.- Tasas de idonedad


Las tasas de idoneidad del alumnado descienden a medida que se incrementa la edad. En España, en el curso 2018-19, el 93,6 % del alumnado de 8 años está matriculado en tercero de Educación Primaria, curso teórico de esta edad, y a los 10 años la tasa de alumnos en quinto de esta etapa es del 89,5 %. En cuanto a las edades que se corresponderían con la etapa educativa de Educación Secundaria Obligatoria, un 86,2 % de los alumnos de 12 años cursa primero de esta etapa educativa; un 74,7 % de alumnos de 14 años, tercero, y un 70,6 % de 15 años están matriculadas en cuarto o han iniciado FP Básica.  


Por comunidades autónomas, las tasas de idoneidad a los 12 años, cuando teóricamente se accede a la Educación Secundaria Obligatoria tras finalizar la Educación Primaria, son más elevadas en Cataluña (93,2 %), Principado de Asturias y País Vasco (88,2 %), Galicia (87,2 %), Cantabria (86,7 %) y Andalucía (86,5 %). 


A los 15 años, cuando teóricamente se alcanza el cuarto y último curso de Educación Secundaria Obligatoria o se inicia la FP Básica, la situación es muy similar: las tasas más altas se dan en Cataluña (81,9 %), País Vasco (77,1 %), Comunidad Foral de Navarra (75,2 %), Principado de Asturias (73,7 %) y Cantabria (72,9 %).  Entre 2008-09 y 2018-19, las mayores variaciones en las tasas de idoneidad se producen a los 12, 14 y 15 años con 2,7, 7,6 y 11,9 puntos porcentuales de mejora en la década. 


Por sexo, durante el periodo los hombres han reducido ligeramente su distancia a las tasas de las mujeres, habiendo crecido 3,5 puntos a los 12 años (2,1 las mujeres), 8,3 puntos a los 14 años (6,9 las mujeres) y 12,9 puntos a los 15 años (10,7 las mujeres).  Las mujeres presentan tasas superiores a los hombres, aumentando la diferencia con la edad.


En el curso 2018-19, el mayor porcentaje de alumnado repetidor en la enseñanza obligatoria se da en el primer curso de Educación Secundaria Obligatoria (9,3 %).  En Educación Primaria, el porcentaje más alto de alumnado repetidor se da en el primer y segundo curso (2,8 %), seguido del sexto (2,4 %) y del cuarto curso (2,3 %).  En Educación Secundaria Obligatoria, a continuación del primer curso, que presenta el ya mencionado mayor porcentaje, aparecen de forma decreciente: tercero (8,9 %), segundo (8,5 %), y cuarto (7,7 %).


Los porcentajes de repetición de curso son mayores entre los chicos que entre las chicas durante toda la educación obligatoria, produciéndose la mayor diferencia, de 3,8 puntos, en primero de la ESO, aunque hay que tener en cuenta que, tal y como se ha mencionado, en este curso se da uno de los porcentajes más elevados de repetición.  


El alumnado de los centros de titularidad pública tiene un porcentaje más elevado de repetición para todos los cursos que el de centros de titularidad privada.  En Educación Primaria, el porcentaje de repetidores varía en los centros públicos entre el 3,4 % en primer curso y el 2,1 % en quinto curso, y en los centros privados entre el 2,1 % en sexto curso y el 1,5 % en tercero y quinto. En ESO, el porcentaje de repetidores para los centros públicos se encuentra entre el 11,5 % en primer curso de la ESO y el 9,4 % en cuarto de la ESO, y en los privados entre el 5,6 % en tercero y el 4,7 % en cuarto.  


En Educación Primaria, el porcentaje medio de repetidores por curso se sitúa en 2,4 %, siendo Cataluña (0,8 %) la comunidad que presenta el porcentaje más reducido, seguida de Illes Balears (1,7 %), Principado de Asturias (1,8 %) y Canarias (1,9 %); y las que poseen un mayor porcentaje de repetidores son la ciudad autónoma de Ceuta (5,4 %), Aragón y Región de Murcia (ambas con 4,6 %) y la ciudad autónoma de Melilla (3,6 %); y las que más elevado la ciudad autónoma de Ceuta (5,4 %), Aragón y Región de Murcia (ambas con 4,6 %) y la ciudad autónoma de Melilla (3,6 %).  


En ESO, la tasa de alumnado repetidor para el total de cursos se sitúa en 8,7 %, siendo las comunidades que presentan un porcentaje más reducido Cataluña (4,4 %), País Vasco (5,8 %), Comunidad Foral de Navarra (5,9 %) y Principado de Asturias (6,5 %); y las que más elevado las ciudades autónomas de Ceuta (14,8 %) y Melilla (13,9 %), Región de Murcia (11,2 %) y Andalucía (11,1 %). En Castilla - La Mancha las tasas de repetidores son del 3,2% en Primaria y del 10,9% en Secundaria.


En el análisis de la evolución de la tasa de alumnado repetidor en Educación Primaria se ha de tener en cuenta que a partir del curso 2015-16 y con la implantación de las enseñanzas derivadas de la LOMCE, existe la posibilidad de repetición en cada curso, y no solo al final de cada ciclo, cursos pares. 


Por lo que, considerado la tasa de alumnado repetidor para todos los cursos, parece que hasta el 2014-15 desciende este porcentaje, pasando de 2,8 % en 2008-09 a 2,2 % en 2014- 15, pero en 2015-16, con la posibilidad de repetición en los cursos impares, se incrementa a 3,0 %, aunque en los dos cursos siguientes vuelve a decrecer. Pese a ello, en 2018-19 la tasa todavía es de 2,4 %.  


En los cuatro cursos de Educación Secundaria Obligatoria el porcentaje de alumnado repetidor se ha reducido en la última década; en el último curso, 2018-19, se produce un descenso de los repetidores, especialmente en el tercer curso, disminuyendo en 1,7 puntos porcentuales, seguido del cuarto curso, con 0,9 puntos.  


Considerada la evolución en toda la década del porcentaje de repetidores de Educación Secundaria Obligatoria, se ha de destacar que los descensos en los porcentajes de repetidores van en orden decreciente, siendo el mayor en primer curso, 6,0 puntos, y en los cursos siguientes de 5,6, 5,1 y 3,2, respectivamente. Estas variaciones han hecho que si en 2008-09 el porcentaje de repetidores iba decreciendo al aumentar los cursos, siendo el mayor el primer curso, 15,3 %, y el menor, distanciado, el cuarto curso, 10,9 %, en 2018-19 el mayor porcentaje también corresponde al primer curso, 9,3 %, pero además bastante próximo al cuarto curso, 7,7 %, que sigue siendo el menor.  


Por comunidades autónomas, considerada la tasa de alumnado repetidor en Educación Primaria, en el periodo 2008-09 a 2013-14, este porcentaje desciende en once comunidades autónomas y una ciudad autónoma, pero entre 2013-14 y 2018-19, y afectado por el cambio producido en el curso 2015-16, la situación se invierte y se producen aumentos en ocho comunidades y las dos ciudades autónomas.  Considerada la tasa de alumnado repetidor en Educación Secundaria Obligatoria, se observan descensos generalizados en la última década. Destacan los descensos de Andalucía, 8,0 puntos porcentuales, Canarias, 5,9 p.p., Illes Baleares, 5,3 p.p., Cataluña y Castilla y León, ambas con 5,2 p.p. Considerando solo el último quinquenio, destacan Andalucía, 5,2 p.p., Illes Balears, 3,8 p.p., Ciudad Autónoma de Melilla, 3,2 p.p. y Aragón 2,8 p.p.


Respecto al porcentaje de alumnado que promocionan en 2018-19 en cada uno de los cuatro cursos de la ESO, primero es el curso con el porcentaje más elevado (89,7 %), mientras que cuarto es el curso con el porcentaje de promoción más bajo (86,4 %). Según el sexo, la mayor diferencia entre hombres y mujeres se da en cuarto curso con 5,5 p.p. a favor de las mujeres. En cuanto a la titularidad del centro, los centros privados superan a los centros públicos en los porcentajes de promocionados en los cuatro cursos de ESO, siendo mayores los porcentajes de alumnado que promociona en la enseñanza privada no concertada.


5.4.22.- Reducción de abandono escolar temprano (objetivo europeo)


Dentro del nuevo marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación con miras al Espacio Europeo de Educación y más allá (2021-2030), se incluye la prioridad estratégica de aumentar la calidad, la equidad, la inclusión y el éxito de todos en el ámbito de la educación y la formación, planteando el objetivo de reducir el número de personas que abandonan prematuramente la educación y la formación, estableciendo, como punto de referencia europeo, que para 2030, el porcentaje de personas que abandonan prematuramente la educación y la formación debe estar por debajo del 9 %. 


Los efectos del abandono sin conseguir el nivel mínimo de formación de secundaria segunda etapa tienen consecuencias y costes para los individuos y para la sociedad, tanto desde el punto de vista del mercado de trabajo como del bienestar en general. El entorno socioeconómico de los jóvenes es clave en el abandono.


En 2020, el porcentaje de abandono temprano de la educación y la formación en España es del 16,0 %, reduciéndose 1,2 puntos respecto al año anterior.  


Por comunidad autónoma, el indicador de abandono es muy heterogéneo: en 2020, País Vasco, con un porcentaje de abandono del 6,5 %, Principado de Asturias (8,9 %) y Cantabria (9,1 %) han alcanzado el objetivo europeo para el 2020 de estar por debajo del 10%. Comunidad de Madrid (10,0 %), Comunidad Foral de Navarra (10,8 %), Galicia (12,0 %), Aragón (14,2 %) y La Rioja (14,6 %) han logrado situarse por debajo del objetivo nacional para 2020 (15 %). En cambio, por encima del 20 % se encuentran las ciudades autónomas de Ceuta (25,8 %) y Melilla (22,8 %), Andalucía (21,8 %) e Illes Balears (21,3 %).  


En 2020 el porcentaje de abandono sigue siendo claramente más elevado entre los hombres, 20,2 %, que entre las mujeres, 11,6 %. Esto se observa en casi todas las CC. AA., con mayores diferencias en Illes Balears (17,0 puntos porcentuales), Extremadura (12,4 p.p.) y Cataluña (12,1 p.p.), mientras que las menores se dan en Cantabria y Principado de Asturias (ambas con 4,2 p.p.).  


En la última década ha habido una tendencia descendente del abandono, con una reducción de 12,1 p.p. desde 2010 hasta 2020, lo que se traduce en una disminución del 43,1 %. La reducción del abandono femenino es inferior a la del masculino, en términos absolutos 11,0 p.p. para las mujeres y 13,3 p.p. para los hombres, si bien en términos relativos la reducción respecto a 2010 es superior en las mujeres (48,6 % frente al 39,7 %).  


El nivel educativo de los padres es un factor de importancia en el abandono, especialmente el de la madre. Así se tiene que en 2020 el porcentaje de abandono de los jóvenes cuyas madres tienen estudios superiores se sitúa en solo el 3,6 %, subiendo al 10,1 % si estas tienen segunda etapa de E. Secundaria, y ya con valores algo superiores a la media para la primera etapa de E. Secundaria, 20,5 %, y muy superiores para E. Primaria o inferior, 39,2 %.  


El porcentaje de abandono temprano de la educación y la formación en los países de la Unión Europea en el año 2020 se sitúa en un 9,9 %, 0,3 puntos porcentuales menos que en 2019.  Encontramos porcentajes por encima de la media europea en ocho países de la UE27: Alemania, Chipre, Hungría, Bulgaria, Italia, Rumania, España y Malta. Existen diecinueve países por debajo del objetivo europeo del 10 %, y, de ellos, cuatro países con un porcentaje igual o inferior al 5,0 % (Croacia, Grecia, Eslovenia e Irlanda).


5.4.23.- Tasa de titulación en ESO (objetivo europeo)


En el curso 2018-19, la tasa bruta de graduados en ESO es del 78,8 % respecto a la población de 15 años. Las comunidades autónomas con tasas más altas son País Vasco (85,8 %), Principado de Asturias (84,4 %), Cataluña (83,3 %), y Cantabria (83,3 %). 


Las menores tasas las presentan las ciudades autónomas de Ceuta (52,7 %) y Melilla (57,7 %), Castilla-La Mancha (73,0 %, con una diferencia de 6,3 puntos respecto 2008/2009, diferenciando 67,1% en hombres y 79,2% en mujeres frente a una media de 78,8 total, 73,8 en hombres y 84 en mujeres, y una diferencia respecto al curso 2008/2009 de 5,7 puntos) e Illes Balears (73,4 %).  Según el sexo, la diferencia entre las tasas de mujeres y hombres que se gradúan al finalizar la ESO es de 10,2 puntos porcentuales (p.p.) a favor de las mujeres. 


Esta diferencia es más reducida en País Vasco (7,3 p.p.), Principado de Asturias (7,5 p.p.), Castilla y León (8,0 p.p.) y Comunidad de Madrid (8,5) y más elevada en la Ciudad Autónoma de Melilla (19,4 p.p.), Región de Murcia (13,2 p.p.) y en Extremadura (12,9 p.p.).  


Analizando la evolución de la tasa bruta de graduados en ESO, se observa un aumento de 5,7 puntos comparada con el curso 2008-09, aunque el valor más alto se alcanzó en 2015-16 con 79,3 % (6,3 p.p. más que en 2008-09).  En 2016-17 la tasa se reduce en 3,8 p.p. respecto al curso anterior y vuelve a iniciarse una tendencia aumentando el curso 2017-18 en 2,3 p.p. y 1,0 p.p. más en 2018-19. 


En toda la serie se observa una clara diferencia entre hombres y mujeres, disminuyendo progresivamente esta diferencia de 12,3 p.p. en el inicio del periodo a 10,2 en el último curso.  Prácticamente todas las comunidades autónomas han visto incrementadas sus tasas desde el curso 2008-09 hasta la actualidad, destacando Comunitat Valenciana (12,9 p.p.) e Illes Balears (9,2 p.p.). 


Por otra parte, el grupo de población que obtiene el título de Graduado en ESO a través de la oferta de E. Secundaria para personas adultas, incluidas las Pruebas libres, es del 7,1 %, destacando la ciudad autónoma de Ceuta (16,3 %) y Extremadura (11,3 %) seguida de Andalucía (11,2 %), Galicia (9,5 %) y Principado de Asturias (8,9 %), aunque el rango de edades de estos titulados es más amplio.  En Castilla - La Mancha el porcentaje que titula es del 8,8%.


En el curso 2018-19, cuarto año en el que existe alumnado que finaliza Ciclos Formativos de FP Básica y tiene derecho al título correspondiente, la tasa bruta de población graduada asciende a 4,1 %, mayor para los hombres (5,5 %) que para las mujeres (2,5 %). Por comunidad autónoma, destacan La Rioja (10,7 %) y País Vasco (7,1 %). 


5.4.25.- Tasa de titulación en enseñanzas postobligatorias 


Al igual que en cursos anteriores, en 2018-19 existe en España una gran diferencia entre la tasa de graduados en Bachillerato (55,1 %) y la de graduados en Ciclos Formativos de Grado Medio (23,3 %); la comunidad autónoma con la tasa bruta más alta en Bachillerato es País Vasco (66,0 %), seguida de Principado de Asturias (64,7 %) y Comunidad de Madrid (61,5 %). En FP de Grado Medio destacan Cantabria (29,8 %), Galicia (28,2 %) y Cataluña (27,5 %).  En Castilla - La Mancha los datos son de una tasa de titulación del 53,8% en Bachillerato (media nacional 55,1%), del 21,5% en Ciclos de Grado Medio (media nacional del 23,3%), y 5,8% en FP Básica (media nacional 4,1%).


La tasa de mujeres graduadas en Bachillerato es claramente superior a la de los hombres (15,5 p.p. de diferencia), situación que se produce en todas las comunidades autónomas. Sin embargo, en los Ciclos Formativos de Grado Medio, la tasa de titulados hombres es mayor que la de mujeres tituladas, aunque la diferencia es de tan solo 1,7 p.p. y esta situación no se produce en todas las comunidades.  


En el análisis de la evolución durante la última década destaca que la tasa de graduados en Bachillerato ha aumentado en 9,7 puntos y la de los titulados en Ciclos Formativos de Grado Medio en 5,9.  En el año 2018, la tasa de graduación en Educación Secundaria segunda etapa en España es 74,2 %, siendo superior en mujeres (78,3 %) que en hombres (70,5 %), manteniendo la misma tendencia en la mayoría de países de la Unión Europea. En cuanto a la distribución de países con mayores tasas de graduación en Educación Secundaria segunda etapa, destacan con tasas superiores al 92 %, Grecia (93,2 %) y Eslovenia (92,2 %). Por el contrario, las tasas de graduación más bajas las presentan Alemania (73,7 %) y Suecia (68,3 %).


5.4.26.- Tasas titulación Educación Superior (objetivo europeo)


Dentro del nuevo marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación con miras al Espacio Europeo de Educación y más allá (2021-2030), se incluye la prioridad estratégica de reforzar la educación superior europea, planteando el objetivo aumentar el número de personas que concluyen la enseñanza superior, planteando como punto de referencia europeo, que para 2030, el porcentaje de personas con edades comprendidas entre los veinticinco y los treinta y cuatro años que han terminado la enseñanza superior debe ser de, al menos, un 45 %


En España, en el año 2020, el 47,4 % de la población de 25 a 34 años tiene el nivel de Educación Superior. En la evolución en los últimos diez años se observa un crecimiento continuado desde el año 2010 (40,3 %), habiendo aumentado 7,1 p.p. en el periodo.  La diferencia entre hombres y mujeres es elevada, 12,3 puntos porcentuales en 2020 (mujeres 53,5 % y hombres 41,3 %). En los últimos diez años esta diferencia se ha mantenido siempre por encima de los 10 puntos, alcanzando su valor más alto en 2017 y 2020 (12,3 p.p.).  


El mayor porcentaje de población de 25 a 34 años con nivel de Educación Superior se observa en País Vasco (61,7 %), seguida de Comunidad de Madrid (56,5 %) y de Comunidad Foral de Navarra (56,1 %). Otras siete comunidades se sitúan por encima del 45 %. Las comunidades con los valores más bajos son Extremadura (35,2 %) y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla en su conjunto (33,9 %).  


De acuerdo con el tipo de titulación, el 34,6 % de la población de 25 a 29 años ha alcanzado una titulación universitaria y el 15,6 % tiene una titulación superior no universitaria. Se ha de tener en cuenta que dentro de los titulados universitarios se incluyen personas que además poseen una titulación superior no universitaria. 


Si se considera el tipo de titulación alcanzado por sexo, se observa que los porcentajes para la titulación no universitaria son algo más altos en los hombres (16,1 %) que en las mujeres (15,1 %), pero existe una diferencia muy significativa en sentido contrario para la titulación universitaria, 41,3 % en las mujeres y 27,9 % en los hombres. 


En la Unión Europea, en 2020, el 40,5 % de la población de 25 a 34 años tiene nivel de Educación Superior, destacando con los valores más altos Luxemburgo (60,6 %), Irlanda (58,4 %), Chipre (57,8 %), Lituania (56,2 %) y Países Bajos (52,3 %), superando todos ellos, junto con otros seis países, el objetivo europeo para 2030 del 45 %. Los porcentajes más bajos aparecen en Rumania (24,9 %) e Italia (28,9%), únicos países por debajo del 30 %. España, con el 47,4 %, se encuentra entre los países que superan el objetivo fijado para 2030, 6,9 puntos porcentuales por encima de la media de la Unión Europea.


5.4.27.- Nivel estudios población


En 2020, el 62,9 % de la población de 25 a 64 años ha finalizado al menos estudios de segunda etapa de Educación Secundaria, incrementándose hasta el 71,7 % en el tramo de edad de 25 a 34 años.  Entre la población de 25 a 64 años, en cuanto al nivel máximo de estudios alcanzado, el 37,1 % tiene estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria, el 23,2 % estudios de segunda etapa de Educación Secundaria y el 39,7 % ha completado la Educación Superior. 


El nivel de formación se incrementa al considerar el grupo de 25 a 34 años, reduciéndose al 28,3 % el porcentaje con estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria, y aumentando al 24,3 % las personas con nivel de Educación Secundaria segunda etapa y al 47,4 % las que poseen Educación Superior.  


Las comunidades autónomas con los mayores porcentajes de personas con al menos estudios de segunda etapa de Educación Secundaria, en los dos grupos de edad, son Principado de Asturias (68,9 % y 80,6 % respectivamente), Cantabria (67,7 % y 81,9 %), Comunidad de Madrid (75,9 % y 80,0 %), Comunidad Foral de Navarra (71,2 % y 80,7 %), y País Vasco (75,3 % y 82,0 %). Castilla - La Mancha tiene unas tasas de 52,7% -21,9+30,8- y 62,3% -23,5 + 38,8- frente una media nacional de 62,9% y 71,7%).


En relación al nivel de formación por sexo, el porcentaje de mujeres con al menos estudios de segunda etapa de Educación Secundaria es mayor que el de hombres (65,9 % frente a 59,8 % para la población de 25 a 64 años), siendo las diferencias más acusadas en el tramo de 25 a 34 años (77,1 % frente a 66,2 %), y especialmente en el nivel de Educación Superior, donde el porcentaje de mujeres supera al de hombres en 12,3 puntos porcentuales.  Si se analiza la evolución desde el año 1992 hasta 2020, se observa un gran cambio en el nivel educativo de la población de 25 a 64 años. 


La proporción de personas con estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria se ha reducido prácticamente a la mitad (del 76,0 % al 37,1 %), doblándose el porcentaje de personas con estudios de segunda etapa de Educación Secundaria (del 11,3 % al 23,2 %) y triplicándose para Educación Superior (del 12,8 % al 39,7 %). 


En 2020, por primera vez hay mayor porcentaje de población adulta con Educación Superior que con estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria.  


En los países de la Unión Europea en 2020, el 79,0 % de la población entre 25 y 64 años posee nivel de formación de segunda etapa de Educación Secundaria o superior. España se encuentra 16,1 puntos por debajo de dicha media, aunque ha de considerarse su evolución y que para la población de mayor edad, de 55 a 64 años, la distancia es de 21,7 puntos. 


5.4.28.- Tasa de actividad y desempleo.


En 2020, la tasa de actividad es mayor en la población joven (84,4 %) que en el conjunto de población (79,9 %), se incrementa con el nivel de formación y las diferencias en la tasa de actividad entre el grupo de población de 25 a 34 años y de 25 a 64 años se reducen a medida que se eleva el nivel de formación.  


La tasa de actividad masculina es en todos los casos superior a la femenina, reduciéndose las diferencias según aumenta el nivel de formación, especialmente al alcanzar el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa.


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Por comunidades autónomas, en todas ellas la tasa de actividad de los jóvenes es superior a la del conjunto de la población de 25 a 64 años, incrementándose también con el nivel de formación en todas las comunidades autónomas en el grupo de 25 a 64 años, y en la mayoría en la población joven, de 25 a 34 años.  Entre la población de 25 a 64 años, las comunidades que superan la tasa de actividad media española para los tres niveles de formación son Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid y La Rioja  Para la población de 25 a 34 años, Comunidad de Madrid es la única en la que se supera la media en todos los niveles, mientras que por debajo de la media en los tres niveles de formación se encuentran Principado de Asturias, Canarias, Cantabria, Galicia y el conjunto de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.  


En todas las comunidades autónomas y para ambos grupos poblacionales las tasas de actividad de los hombres son mayores o iguales que las de las mujeres. 


Considerando la población de 25 a 64 años, en los países de la Unión Europea se observan comportamientos similares a los descritos para España. Las tasas de actividad son siempre mayores en los hombres que en las mujeres.  Las tasas de actividad son más elevadas entre quienes tienen estudios superiores, en comparación con las personas con primera etapa de Educación Secundaria o inferior. Igualmente, las diferencias entre hombres y mujeres son menores en la población con estudios superiores.  


Así, para el conjunto de la Unión Europea, la tasa de actividad de los hombres entre 25 y 64 años con nivel de primera etapa de Educación Secundaria o inferior en 2020 es del 75,4 % y la correspondiente a las mujeres con el mismo nivel de estudios es del 51,6 %, lo que supone 23,8 p.p. de diferencia. En cambio, entre la población con estudios superiores, la tasa de actividad masculina alcanza el 92,6 % y la femenina el 86,8 %, 5,8 p.p. de diferencia.  La tasa de actividad total de las mujeres en España (74,7 %) se sitúa por encima de la media de la Unión Europea (73,7 %) para el grupo de edad de 25 a 64 años. La diferencia más significativa ocurre para las mujeres cuyo máximo nivel de formación es Educación Secundaria de primera etapa e inferior (+8,5 p.p.), mientras que para aquellas mujeres con nivel de Educación Superior la tasa de actividad en la Unión Europea se sitúa ligeramente por encima (86,8 % frente a 86,1 %). En el caso de los hombres, en aquellos con nivel de formación de Educación Secundaria de primera etapa e inferior la tasa de actividad también supera la media de la Unión Europea (+4,4 p.p.), mientras que en los que han alcanzado el nivel de Educación Superior, se sitúa, como en las mujeres, algo por debajo (92,6 % en la UE frente a 91,0 % en España).


En el año 2020, el 14,1 % de la población activa de 25 a 64 años está desempleada. La tasa se incrementa hasta el 27,7 % si consideramos únicamente a las personas que tienen estudios primarios e inferiores. Aquellas con nivel de Educación Secundaria de primera etapa también presentan una tasa de desempleo por encima de la media, con un 18,4 %, al igual que las que han completado el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa, que se encuentran ligeramente por encima de la media, con un 14,5 %. La menor tasa de desempleo, 9,5%, corresponde a la población con Educación Superior.  


Para la población más joven, es decir, entre 25 y 34 años, se observa que la tasa de desempleo es del 19,6%, 5,5 puntos superior a la del conjunto de la población de 25 a 64 años. Esta diferencia se acentúa en los jóvenes con estudios primarios o inferiores, 7,2 p.p. (34,9 %). Para los jóvenes que han completado Educación Secundaria de primera etapa la tasa de desempleo se sitúa en el 26,1 %, mientras que para los que tienen Educación Secundaria de segunda etapa esta baja al 20,2 %, cifra ligeramente superior a la media de todos los niveles educativos. 


Por último, la tasa de desempleo para los que alcanzan la Educación Superior se reduce hasta el 15,1 %, aunque es 5,5 puntos más alta que la del colectivo de 25 a 64 años con el mismo nivel educativo.  


La tasa de desempleo presenta diferencias en cuanto al sexo, ya que es mayor entre las mujeres que entre los hombres. En el conjunto de la población de 25 a 64 años, la diferencia es de 3,8 puntos porcentuales y para la población joven es de 2,7 puntos.


Las diferencias entre sexos más bajas se observan en la población con Educación Superior, siendo de 2,3 puntos para la población de 25 a 64 años y de 1,1 puntos para la población joven. En sentido contrario, las mayores diferencias se presentan en Educación Primaria e inferior (10,5 y 18,3 puntos respectivamente) y en primera etapa de Educación Secundaria (7,8 y 10,1), si bien, para interpretar dichas diferencias es necesario tener en cuenta la mayor magnitud de la tasa de desempleo dentro de estos niveles educativos más bajos.  


En el año 2020 se interrumpe la tendencia positiva de los últimos años, por el impacto de la pandemia de COVID-19 en el mercado laboral, observándose este efecto en todos los niveles de formación y para los dos grupos de edad, salvo en los jóvenes de 25 a 34 años para el nivel educativo más bajo, Educación Primaria o inferior, donde en 2019 ya se había producido un ligero repunte (+1,0 p.p.), que se prolonga en el año 2020 (+0,6 p.p.). Este repunte se concentra en las mujeres, grupo en el que simultáneamente se ha producido en el año 2020 un repunte en la tasa de actividad. No obstante, es necesario tener en cuenta que, dentro de las mujeres del grupo de edad de 25 a 34 años, aquellas con el nivel educativo más bajo representan menos del 5 % del total.  


Globalmente, el impacto de la pandemia es de mayor magnitud entre la población joven (+3,4 p.p. en el grupo de edad de 25 a 34 años frente a +1,3 p.p. en el conjunto de la población de 25 a 64 años), sin variaciones significativas por sexo en ambos grupos de edad. 


Existe una gran disparidad en la tasa de desempleo por comunidad autónoma, así como según el nivel educativo de su población. Para ambos grupos de edad, las tasas de desempleo más bajas se presentan en País Vasco (8,4 % y 12,6 % respectivamente), En el caso de los jóvenes de 25 a 34 años, entre el 15 % y el 17 % se sitúan otras siete comunidades autónomas (Cataluña, Comunidad de Madrid, La Rioja, Cantabria, Aragón, Comunidad Foral de Navarra y Castilla y León), mientras que las más altas, por encima del 25 %, se observan en el conjunto de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (27,8 %), Andalucía (26,8 %), Canarias (25,9 %) y Extremadura (25,8 %). 


La tasa de paro de la población activa en Castilla - La Mancha es de un 16,3%, 12,1% para hombres y un 21,7% para mujeres (media nacional 14,1%, 12,3% y 16,1%). En el caso de ESO o inferior es del 21%, 15,5% y 31,4% (media nacional  20, 16,7 y 25). Para los que han terminado la educación secundaria postobligatoria es del 16,1%, 10,6% y 22,8% (media nacional 14,5,  12 y 17,2). Y  para los titulados universitarios es del 10,5%, 7,5% y 13,1% (media nacional 9,5, 8,3 y 10,6). Para el grupo de edad de 25 a 34 años sube en Castilla - La Mancha a 23,8%  (media nacional 19,6). Para el alumnado con un nivel educativo de secundaria obligatoria o inferior las tasas ascienden al 27,6%, para los que han obtenido un título de secundaria postobligatoria es del 20,2% y para los titulados universitarios de un 15,1%.


Para el conjunto de población de 25 a 64 años, en general en todas las comunidades autónomas las tasas de desempleo de las mujeres son mayores que las de los hombres. Las mayores diferencias a lo largo de los niveles educativos se observan en Castilla-La Mancha (+16,0 p.p. en E. Secundaria de primera etapa o inferior, +12,2 p.p. en E. Secundaria de segunda etapa y +5,7 p.p. en E. Superior), Extremadura (+15,4 p.p., +9,5 p.p. y +6,0 p.p. respectivamente) y Andalucía (+14,6 p.p., +9,6 p.p. y +4,8 p.p. respectivamente), mientras que en el extremo opuesto se sitúan Comunidad Foral de Navarra (+5,8 p.p., +3,4 p.p. y -1,2 p.p. respectivamente), Principado de Asturias (+1,6 p.p., -1,4 p.p. y +3,2 p.p. respectivamente) y Cantabria (+2,4 p.p., +3,1 p.p. y +1,4 p.p. respectivamente).  


Para el análisis comparativo internacional se considera la tasa de desempleo de la población de 25 a 64 años con respecto a dos niveles de formación (primera etapa de Educación Secundaria o inferior y Educación Superior) y al sexo.  En el año 2020, en la Unión Europea la tasa de desempleo de la población con Educación Superior (4,0 % para hombres y 4,7 % para mujeres) es notablemente inferior a la de aquellos que únicamente han alcanzado como máximo la primera etapa de Educación Secundaria (11,4 % para hombres y 14,1 % para mujeres).  


Las tasas de desempleo femenino son algo mayores que las de los hombres en el conjunto de la Unión Europea, pero se dan situaciones dispares entre los países. Por ejemplo, para la población con nivel de primera etapa de Educación Secundaria o inferior, España, Grecia y Suecia aparecen en un extremo con la tasa femenina significativamente por encima de la masculina (8,3 p.p., 7,7 p.p., y 7,5 p.p. respectivamente) mientras que en el otro extremo se sitúan Austria, Eslovenia y Alemania, con una tasa de desempleo mayor para los hombres (3,6 p.p., 2,8 p.p. y 2,0 p.p. respectivamente). 


Igualmente, en Educación Superior, donde destaca Grecia, con una tasa de desempleo de las mujeres que supera en 4,9 puntos porcentuales a la de los hombres (2,3 p.p. en España), frente a Letonia o Portugal donde la tasa para los hombres es mayor (2,0 p.p. y 1,7 p.p. respectivamente).


Los ingresos laborales medios de la población en el año 2018 son de 15.417 euros. Los ingresos aumentan a medida que lo hace el nivel de formación: las personas cuyo nivel de formación es inferior a Educación Secundaria primera etapa perciben por ingresos laborales una media de 8.684 euros, las que han completado la Educación Secundaria primera etapa 11.488 euros, las de Educación Secundaria segunda etapa 13.607 euros, las de Educación Superior no universitaria 15.657 euros, mientras que las personas que poseen un primer título universitario (Diplomatura y Grado) ingresan de media 18.113 euros y con una segunda titulación universitaria (Licenciatura y Máster) 24.608 euros.  


Los ingresos medios del trabajo para los hombres son 17.139 euros y para las mujeres 13.392 euros, lo que supone 21,9 % de salario menos para la mujer comparado con el del hombre. La mayor diferencia relativa se observa en el ingreso medio para mujeres con estudios superiores no universitarios, que es de 12.390 euros, frente a 18.332 euros de los hombres con la misma formación (un 32,4 % inferior). En el otro extremo de la escala, las mujeres con diplomatura o grado universitario tienen un ingreso medio de 16.672 euros por 20.407 euros de los hombres (18,3 % menos).  


5.5.- CONCLUSIONES


A lo largo del tema hemos podido comprobar la importancia de establecer objetivos estratégicos a nivel europeo en el ámbito educativo que permitan a los países europeos en estrecha coordinación y compartiendo experiencias alcanzar mayores cotas de educación, formación y que la misma se traduzca en conocimiento y progreso social y económico.


La Comisión Europea ha actualizado los objetivos que planteó para 2020 y se ha marcado incrementar la escolarización en la educación infantil como mejor instrumento para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, mejorando la empleabilidad de la mujer, mejorar el conocimiento de lenguas de otros países de nuestro entorno para facilitar la comunicación y la movilidad, disminuir el abandono escolar temprano que ocasionan brechas de acceso al empleo y en muchos casos enormemente condicionadas por factores socioeconómicos y de género, fortalecer los sistemas de formación profesional actualizando los contenidos y mejorar su conexión con el entorno laboral, incrementar las titulaciones en secundaria postobligatoria y especialmente superior y mejorar la competencia digital de la población comenzando por los estudiantes de secundaria.


Todos estos objetivos parten de situaciones diversas en los diferentes países que hemos podido comprobar en los contenidos del tema, y por lo tanto los esfuerzos deben ser diferentes en función de los niveles de partida y la evolución que vayan consiguiendo al implementar los Gobiernos y especialmente en nuestro país, las Administraciones educativas regionales que parten de situaciones radicalmente distintas y diferentes.


El Inspector de Educación debe conocer los retos del sistema educativo, porque una de sus funciones es participar en su evaluación, y del mismo modo para asesorar a los centros en la implementación de medidas relacionadas con estos objetivos estratégicos, por ejemplo, la implementación de una segunda lengua extranjera en Primaria, donde nuestra Comunidad Autónoma presenta un indicador muy bajo, existiendo procedimientos de acuerdo a la Orden de 5 de agosto de 2014 de organización y evaluación en Primaria, como la Orden de 20 de diciembre de 2016 sobre implantación de una segunda lengua en centros de primaria sostenidos con fondos públicos. O asesorar sobre la aplicación de instrumentos para evaluar por competencias, objetivo irrenunciable de la Ley de Educación de nuestro país.


Por ello consideramos este tema imprescindible para contribuir a lograr el desarrollo de los objetivos educativos marcados a nivel europeo, labor en la que todos los miembros de la comunidad educativa debemos estar comprometidos.


BIBLIOGRAFIA:


Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2021. Madrid: MEFP.


Participación y mejora educativa. Agenda 2030 (2019). En Participación Educativa, Vol 6, nº 9. Madrid: MEFP  y Consejo Escolar Estado.


TEMA 5 CUARTA PARTE

TEMA 5 TERCERA PARTE

TEMA 5 SEGUNDA PARTE

TEMA 5 PRIMERA PARTE


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