22.3.- PRINCIPIOS QUE RIGEN LA AUTONOMÍA DE LOS CENTROS DOCENTES
22.3.1.- Principios elementales de la autonomía de los centros
La sociedad actual presenta muchos aspectos, muchas caras, siendo básicamente diversa. Uno de los epítetos que mejor se adapta a la realidad es el de poliédrica. Geometría caracterizada por varias aristas esenciales entre las que destacan el cambio tecnológico y social, o la globalización continua. Dicha sociedad recibe el nombre de sociedad 3.0. Cambios sociales acelerados que según Hernando Calvo (2015), están implicando adaptaciones en todos los ámbitos, y así sucede en el de la autonomía de los centros educativos, lo que implica analizar los efectos que tienen los cambios sociales sobre los elementos tangibles e intangibles que definen la propia autonomía; ello supone estudiar al menos los siguientes apartados que se constituyen como principios elementales que forman parte de la arquitectura de la autonomía de los centros educativos:
A.- Un proyecto propio que lo identifique y la visión que el centro tiene de su futuro.
La autonomía en cualquier organización y también en las instituciones educativas favorecen la calidad de los servicios, y mejora la eficacia en la toma de decisiones.
La LOE no deja lugar a dudas sobre el Proyecto Educativo de Centro como un elemento institucional en el que se concreta la autonomía pedagógica y cuyas notas definitorias vienen recogidas en los artículos 120 y 121 de la LOMLOE. Dentro de sus elementos característicos se pueden destacar algunos, sin ordenación por importancia pero fundamentales todos:
Los valores y el carácter propio (ideario) del centro.
Los objetivos generales.
Plan de convivencia.
Reglamento de Régimen Interior, en nuestro caso las NCOF verdadero eje regulador de la convivencia en un centro
Plan de acción tutorial, elemento que permite la consecución de la verdadera personalización de la enseñanza, mejorando el conocimiento de los alumnos por parte del tutor/a, y de los propios alumnos entre sí, y con respecto a sí mismos, y definiendo en función de sus inquietudes, motivaciones e intereses un proyecto de futuro.
Estrategias de participación de la comunidad educativa.
Proyecto de Gestión, que permita que los recursos asignados al centro se utilizan de forma eficaz y eficiente.
B.- Una dirección profesional con un liderazgo definido.
El compromiso de la LOE con la autonomía de los centros y el apoyo a los directores es evidente: Las Administraciones educativas favorecerán el ejercicio de la función directiva en los centros docentes, dotando a los directores de la necesaria autonomía pedagógica, organizativa y de gestión.
Los resultados de los estudios realizados en los países de la OCDE (2006, 2013), confirman la correlación positiva entre la autonomía que ejerce el director y los resultados del centro.
Los directores, comprometidos con el proyecto educativo del centro y con su proyecto de dirección, tienen un conjunto de obligaciones cada vez mayor (relaciones con la administración educativa, recursos humanos, gestión financiera, incorporación de las nuevas tecnologías, atención a las familias, evaluaciones internas y externas, etc., etc), pero sobre todo se les exige resultados. Resultados de matrícula, resultados académicos, rendición de cuentas en definitiva.
El director parte de su proyecto de dirección para cuatro años enmarcado dentro de un contexto y un Proyecto Educativo, para trasladar anualmente los objetivos de dicho proyecto a la Programación General Anual, y las actuaciones que englobe este documento serán evaluadas al finalizar cada curso mediante la Memoria Anual.
Por ello, el Director ha de tener una serie habilidades o competencias propias de un líder pedagógico:
Trabajo en equipo: Los centros actuales buscan un director que ejerza su liderazgo sobre su propio equipo y por extensión sobre la plantilla del centro, motivando, incentivando, apoyando, facilitando la participación de profesorado y el resto de la comunidad educativa para tomar decisiones.
Adaptación a las circunstancias: capaz de adaptarse a las distintas características del entorno de trabajo y de solucionar conflictos. A la vez ser lo suficientemente flexible y visionario para una vez analizadas las distintas situaciones, posibilidades y opciones, ser capaz de tomar decisiones y asumir nuevos retos.
Planificación de la agenda de los órganos colegiados de gobierno (el propio equipo directivo, el Consejo Escolar y el Claustro de Profesores), así como los órganos de coordinación didáctica (CCP, actividades de tutoría, sesiones de evaluación), con objeto de que estos órganos que son la base para tomar decisiones vinculadas estrechamente con la autonomía del centro, realicen su función de forma adecuada a la prevista por las leyes.
Mejora continua: Un buen director ha de ilusionar a los componentes del equipo, con entusiasmo por hacer un buen trabajo y propiciar la mejora continua, de los procesos, de la metodología, del ambiente, de los resultados. Levantar la vista de los problemas diarios y tener una visión de futuro, preparando al centro educativo de forma completa para las grandes posibilidades que presenta el siglo XXI. Así mismo la formación en gestión educativa y la actualización de conocimientos debe ser una guía constante en el director y el resto del equipo directivo.
Ética y responsabilidad individual: Ellos son los responsables de aplicar en los centros las políticas educativas y de generar un clima apropiado para que profesores y alumnos desarrollen adecuadamente su labor. Una vez elegido el director, la siguiente fase es la de distribución del liderazgo, con la distribución de responsabilidades a los profesionales de confianza del director, con dedicación a cada una de las competencias asignadas pero que actúan al unísono coordinados y dirigidos por el director en pro de la consecución de los objetivos y el fin marcados en el proyecto de dirección.
C.- Un profesorado implicado en la mejora y en el proyecto.
Respecto al proceso de enseñanza, es el profesor el que desempeña el papel decisivo, con nuevos métodos pedagógicos, olvidando viejas reglas severas y adoptando la regla horaciana del "instruir deleitando", pues depende de él toda la aplicación de los elementos de currículo, desde los contenidos hasta la metodología aplicada, sin olvidar su responsabilidad en la creación del clima de trabajo en el aula que facilite la correcta realización del proceso educativo.
El profesorado a través de la autonomía pedagógica que le proporcionan las programaciones didácticas va a hacer posible que los saberes básicos plasmados en los currículos oficiales vinculados con las competencias específicas de cada materia o área, permitan el logro de las competencias clave de cada etapa, y el perfil de salida previsto por la legislación para todo el alumnado, siendo imprescindible las decisiones del profesor relacionadas con la secuenciación del aprendizaje, la metodología, el diseño de tareas y actividades para el logro competencial asociado a los saberes básicos y competencias específicas, la especificación de los criterios de evaluación y calificación, así como las medidas de atención a la diversidad que van a permitir que el alumnado consiga el máximo desarrollo de sus capacidades, atendiendo a diferencias individuales existentes en el alumnado, considerando la diversidad no como un obstáculo, sino como un reto derivado de la riqueza de converger en un mismo contexto diferentes capacidades, motivaciones, intereses, y estilos de aprendizaje.
El principal activo de un centro educativo es su capital humano, las personas que trabajan en él y que en el día a día desgranan su creatividad, su motivación, su pasión por la enseñanza. El capital económico se puede obtener, pero el social no se puede copiar ni digitalizar, es único e irrepetible. Por ello, un punto fundamental en la calidad del profesorado lo hemos de concretar en su cualificación y formación.
El papel del profesor tiene que adaptarse a las nuevas formas sociales, y su perfil como transmisor de contenidos pasa a segundo plano. Ha de tomar conciencia de la disponibilidad de medios técnicos de sus alumnos, y de que éstos tienen acceso a la información que circula por la red, además de un gran manejo de las TIC. Ya no es el poseedor de la información, ahora debe canalizar las potencialidades de los alumnos, formándoles en autonomía y flexibilidad hacia el ‘aprender a aprender’, ayudando a que el alumno se haga preguntas en vez de reproducir lo ya transmitido.
Hoy en día, en los centros se dispone de suficiente conocimiento, horas y dedicación para conseguir el cambio. Es preciso empezar y atender el consejo del experto e Inspector de educación A. Sarasúa, las decisiones metodológicas se tienen que adoptar a nivel de centro y de equipo docente, no son una opción individual de cada profesor. De lo que se trata no es que los alumnos aprendan más, sino que tienen que aprender de forma diferente, y la responsabilidad de este cambio está en manos de los profesores.
El Ministerio de Educación y Ciencia, señalaba como variables referidas al profesorado que afectan a la previsibilidad de calidad educativa, las siguientes:
formación inicial;
estabilidad o permanencia en el puesto docente;
formación continua en ejercicio;
actitud (hacia el compromiso y la autoformación);
experiencia profesional;
liderazgo educativo;
autosatisfacción profesional
D.- Existencia de estructuras de participación de la comunidad educativa
Habitualmente hablamos del Consejo Escolar como órgano de representación de todos los sectores de la comunidad, es esencial diseñar un plan de actuación para que el Consejo Escolar gane en dinamismo y asegure la participación real y no efectista de todos sus miembros.
El profesorado participa también a través de su presencia en el Claustro de Profesores, y de la Comisión de Coordinación Pedagógica, órgano éste último de coordinación didáctica.
Las familias participan a través de las Asociaciones de Madres y Padres, que en muchos casos sus competencias se limitan a la organización de actividades extraescolares.
El alumnado participa eligiendo delegado de curso, en la Junta de Delegados, y en las Asociaciones de Alumnos y Alumnas, aunque su presencia es muy escasa en nuestros centros, por no calificarla de testimonial.
Por eso, es necesario de la organización de actividades dirigidas a toda la comunidad, asegurar en procesos relevantes para el futuro del centro, como puede ser la evaluación interna, que la comunidad educativa se le da la oportunidad, y se estimula la participación en estos procesos, al igual que en otras actividades como pudieran ser celebración de efemérides, actividades culturales o celebración de eventos de interés general, o facilitando las instalaciones del centro para eventos de interés ciudadano, cultural o deportivo.
E.- Un sistema de evaluación de resultados y rendición de cuentas.
Entre la mucha literatura al respecto, es de destacar el concepto de la evaluación que una de las mayores expertas en el tema, Mª A. Casanova (2007) expresa: Personalmente, entiendo la evaluación como un proceso sistemático y riguroso de recogida de datos, que informa permanentemente acerca de cómo se producen los procesos educativos, permitiendo así valorar todo lo que se va logrando y tomar medidas para superar las disfunciones y reforzar lo positivo. De este modo, es posible mejorar el conjunto de factores que concurren en la educación: Administración educativa, Centros docentes y aprendizajes del alumnado.
La evaluación es el instrumento para la mejora del sistema educativo, para estudiar la calidad de un centro, el valor añadido en las actuaciones con los alumnos, aportar transparencia de la gestión de un proyecto ante el claustro, las familias, y ante la comunidad educativa en general. Sin evaluación no hay datos ni conocimiento, es la condición necesaria para poder aplicar soluciones y el camino hacia la mejora continua.
Por tanto, la evaluación corresponde tanto a los centros educativos como a la administración. Por parte de los centros deberán establecer evaluaciones internas, es su responsabilidad, aunque apoyados por el Servicio de Inspección al que corresponde aportar su ayuda, asesoría e impulso.
Analizar el proyecto educativo del centro, los procesos educativos, la metodología, los resultados obtenidos, solo es posible si se estudian, si se evalúan, solo de esta forma se podrán tomar medidas de mejora, correcciones que perfeccionen. Por parte de la Administración educativa se deberán propiciar procesos de evaluación externos, pues es a ella a quien corresponde el análisis y la mejora del sistema educativo en general.
22.3.2.- La Inspección de Educación y la supervisión de la autonomía del Centro
La autonomía es el gran mensaje de la LOE. Dar autonomía a un centro implica conceder mayor protagonismo a su dirección, desplazando de este modo al consejo escolar como núcleo efectivo que tomaba las decisiones, por el director.
El director será responsable de liderar el claustro para la consecución de mejores metas educativas y, de modo semejante a como una orquesta no es la suma de las acciones de los solistas que la componen, el resultado final en un centro educativo con el liderazgo del director, tampoco será la mera suma de las acciones de sus profesores. Los directores son los encargados de aumentar, de impulsar, la inteligencia colectiva.
Las tendencias actuales de mayor autonomía a los centros abogan por una más necesaria inspección, por cuanto debe comprobarse el respeto a las normas legales básicas y, sobre todo, los resultados de esa autonomía (accountability) en el rendimiento educativo. La responsabilidad que se confiere a los directores con la autonomía lleva aparejada la exigencia de demostrar que los recursos públicos se han utilizado de forma eficiente y que han conducido a una mejora real de los resultados.
La supervisión de las condiciones iniciales y el posterior mantenimiento de las mismas corresponde a la Inspección, que mediante su acción, informará a la Administración de la correcta utilización de los fondos públicos y la adecuación a la norma y al compromiso adquirido. Su cometido y responsabilidad no termina con los requisitos previos e iniciales, sino que ha de proyectarse hacia el futuro en el seguimiento de los proyectos, en el análisis de los resultados que se van obteniendo, en el apoyo al equipo directivo simbolizado en su director, en la evaluación de los planes y como consecuencia de la misma, en la propuesta de medidas específicas para corregir las desviaciones y enfocar la actividad docente para la consecución de los objetivos propuestos.
La Inspección debe reflexionar sobre su actuación en los centros educativos, donde además de supervisar la realización efectiva de la autonomía pedagógica, organizativa, y económica, no debe olvidar su papel como uno de los factores que favorecen la calidad de la enseñanza y la igualdad y equidad del sistema educativo, así, deberá proponer a la administración la disposición de los medios y recursos necesarios para que los centros puedan desarrollar con eficacia sus proyectos educativos. Sin recursos, la autonomía se queda corta de miras, sin dotaciones los centros no podrán compensar carencias educativas individuales o sociales en las que están inmersos.
Del mismo modo, la IE, debe tener presente que uno de sus objetivos es el de que cada alumno pueda desarrollar al máximo sus capacidades, para ello deberá fomentar la equidad y la igualdad de oportunidades no solo desde un punto de vista profesional de servidor público, sino desde un punto de vista ético, y por qué no, económico.
La actuación global y genérica de la Inspección de educación pasa a tener una triple dimensión:
a) Como garante de la autonomía del centro, constatación del cumplimiento de las condiciones, tutela de la legalidad y apoyo en su proceso de autonomía.
b) Supervisión continua de la realización de los proyectos y las aplicaciones de fondos (económicos y humanos), hasta la obtención de resultados (mejora).
c) Como elemento favorecedor de la calidad de la educación, potenciar sus funciones de asesoramiento y evaluación.
Como consecuencia, su actuación múltiple se deberá concretar en analizar e intervenir en aspectos como:
Aspectos organizativos: Horario semanal, agrupamientos de alumnos y desarrollo de las medidas de coordinación docente.
Recursos metodológicos y materiales utilizados.
"Estilo de enseñanza" en su vertiente de análisis y mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Criterios de evaluación establecidos.
Grado de consecución de los objetivos y competencias clave.
En la visita a los centros es importantísima la competencia comunicativa por parte del IE, por eso es conveniente practicarla (el buen comunicador no nace, se hace), y no olvidar que de acuerdo con las directrices del Marco Común Europeo de Referencia (MCER), la competencia comunicativa se desarrolla mediante la integración de las competencias orales y escritas, por lo que ha de contemplarse desde la lectura y análisis de la documentación pertinente, pasando por la escucha de los problemas, las circunstancias, etc., que los miembros de la comunidad educativa plantean, un diálogo cercano con todos ellos, hasta la plasmación final de informes, reseñas u otros documentos relacionados.
La autonomía y cambio de rol de los directores supone un nuevo reto para la actuación de la Inspección en los centros educativos, donde una primera intervención será en, con y sobre la función directiva entrando en contacto con equipos directivos preparados, formados y motivados, liderados por directores que gestionan adecuadamente los recursos, materiales y humanos, y con amplio margen de autonomía para definir los proyectos (educativo, de gestión y organizativo), liderarlos y llevarlos a término.
El Inspector, al igual que la comunidad, conoce que toda la actividad educativa de un centro docente pasa por el profesorado, por lo que será fundamental su atención a este colectivo, desde su organización, la calidad de los horarios, su formación continua, burocracia, etc., pero sobre todo estudiando con ellos la autonomía del currículo, adaptaciones a la norma o referencias competenciales al entorno del centro y de los alumnos.
La acción de los docentes no puede obviar los avances de la neurociencia y los procesos cerebrales, por ello, su metodología debe adaptarse a los nuevos descubrimientos que pueden ayudar en los aprendizajes eficaces. De alguna forma, procurar doblar la rigidez que supone la funcionarización de los profesores y que en gran medida resta competencia y libertad en la gestión de los recursos humanos del centro, que es el valor más apreciado con que cuentan.
La IE en sus reuniones con los profesores, no atiende exclusivamente a sus funciones de control y supervisión, sino que se esfuerza en prestar especial atención a las de orientación y asesoría, así una de sus facetas debería ser la de transmisor de nuevos conceptos, innovaciones, que beneficien la mejora de la práctica docente, y potencien en el alumnado el logro de competencias clave, mediante metodologías activas, participativas, que pongan en juego diferentes estrategias por parte del alumnado, comunicación, utilización de dispositivos digitales, cooperación con iguales, participación en el entorno desarrollando las competencias clave, buscando información, criticando mensajes de los medios de comunicación.
Un papel que la IE no debe olvidar es el relativo a la apertura de los centros educativos al entorno social como manifestación externa de su consideración como servicio público. En un doble sentido, bien mediante la disposición de las instalaciones para actividades municipales, de ámbito deportivo, cultural, etc, o bien mediante la inclusión en las actividades no lectivas de otros profesionales que ayuden en la formación de los alumnos, que planteen orientaciones referentes a las salidas profesionales, experiencias vitales o cualesquiera otras demandadas por la dirección o las asociaciones de padres y madres de alumnos.
La involucración de la Inspección de Educación en los procesos de evaluación no surge solo porque el colectivo de Inspección lo considera necesario, sino también porque la norma lo induce unas veces y lo exige en otras. Su actuación y posición en la autonomía de los centros y la evaluación de los mismos, según Magro (2016) viene avalada por los estudios de autores destacados en la materia como B. Silva o M. Fullan que consideran a la IE como pieza clave para la mejora a medio plazo del sistema educativo. La intervención necesaria en los procesos de evaluación, tanto interna como externas, la adopción de medidas tras los análisis necesarios, su viabilidad y el seguimiento de las mismas, son tareas que se convierten en primordiales para la IE.
Desde el punto de vista de los centros educativos el cambio del papel de la IE de controlador a asesor ha sido muy bien recibido. Algunos temas son esperados de su actuación e intervención:
La posibilidad de aprovechar su experiencia en los centros para impulsar procesos de evaluación interna, y por tanto de cambio, pues no solo tienen en mente una determinada actividad o proyecto, sino también todas las cuestiones relacionadas, amén de una visión global del sistema. Se trata de un profesional que se involucra en los centros de su ámbito territorial y por tanto conoce los conflictos y las medidas que se les aplican y funcionan, y esa información es importante en la búsqueda de soluciones a los problemas que acucian y preocupan a cada comunidad escolar.
Ayuda continua en los procesos de autonomía. Colaborando en la definición de sus propios proyectos, en la formación, adquisición de técnicas y procesos de análisis, y en la evaluación, conclusiones correspondientes y propuestas. Para ello es fundamental el asesoramiento en la mejora de documentos institucionales, PGAs y Memorias, así como los procesos de evaluación de los mismos.
Apoyo a los equipos directivos en los procesos de mejora que se inicien, incidiendo en la calidad del servicio educativo que se presta a los ciudadanos.
Asesoría en cuestiones pedagógicas, en temas relacionados con metodología, prácticas educativas innovadoras, extensión de buenas prácticas, procesos reflexivos internos que desemboquen en mejora de la práctica docente y los procesos de enseñanza aprendizaje.
Por último, es interesante referirse al trabajo realizado por Silva (2013) en el que se propone que al igual que se solicita la evaluación interna de los centros, también la IE debería evaluar su propio desempeño. Y esa puesta en común de experiencias, actividades y problemática ayudará a reflexionar sobre ellas y revertir las conclusiones en doble sentido, en el descendente con su intervención en los centros, no ya como individuos, sino como reflexión de grupo; y en sentido ascendente para la toma de conciencia y de modelo para la Administración educativa en la problemática de los centros.
Para finalizar, destacar el papel que correspondería desempeñar a la Administración para fomentar la calidad en la realización de la práctica docente. A través de la actuación inspectora y sus funciones de control y evaluación, se debería proceder al reconocimiento a los profesores que realizan su trabajo con más entrega y calidad, frente a una situación igualitaria e indiferenciada.
22.4.- PRINCIPALES TENDENCIAS EN AUTONOMÍA DE CENTROS EN LA UNIÓN EUROPEA
Preocupación resultados escolares y abandono temprano, titulados enseñanza obligatoria
¿Autonomía relación con rendimiento?
Años 80 reformas democracia participativa
Década 90 más autonomía poderes locales y rendición cuentas públicas
Década 2000 orientación resultados (modelo postburocrático)
Descentralización competencias órganos participación y control centros
Evaluación resultados vs control
Rendimiento cuentas (accountability)
Contratos con Administración, por la que ésta proporciona recursos materiales, personales y financieros, y centros se comprometen a mejoras resultados (Francia, Portugal, Inglaterra, Cataluña)
Otras tendencias
Equilibrio centralización - descentralización
Evaluación externa
Libre elección centros
Diversificación oferta escolar
Redes entre centros y cooperación con comunidad escolar
Formas cesión autonomía
Descentralización asunción competencias por órganos de gobierno centro
País centralizado: Francia
País descentralizado: Bélgica, Suiza , Alemania, España (intermedio)
España menor nivel que promedio en autonomía directores gestión personal y admisión alumnado
Temas descentralización: organización curricular, organizativa, gestión, disciplina, actividades extraescolares, aspecto económico
Desconcentración sigue asumiendo órgano central normas, gestión centros
Regionalización transferencia gestión a otro ente político territorial (CC.AA.)
País regionalizado: Reino Unido
Hallazgos autonomía
Estrecha relación democracia - participación - descentralización (autonomía)
Fomento participación comunidad educativa
Equilibrio democratización y gestión eficaz y eficiente
Distribución competencias entre órganos colegiados y unipersonales
Participación alumnos
Plena capacidad elaboración documentos institucionales
Centre for Educational Research and Innovation (CERI, Pedró), calidad resultados alumnos
Modelo autónomo centros escolares (Chequia, Países Bajos, Eslovaquia)
Modelo municipal (Finlandia, Islandia, Reino Unido)
Relación autonomía centros con éxito ciencias
Modelo federal (otros entes territoriales deciden: Alemania, Bélgica, Austria, Suiza)
Modelo centralizado
Decisión Gobierno central: Grecia, Luxemburgo, Portugal, Turquía
Codecisión otros entes territoriales: España, Irlanda, Italia, Francia
PISA señala que autonomía factor mejora
Ámbitos de gestión
Pedagógica
Administrativa
Gobierno
Recursos humanos
Servicios
Áreas organización escolar (Eurydice)
Delimitación tiempo lectivo (días lectivos Gobiernos, Reino Unido y Países Bajos deciden centros carga horaria materias, horario escolar, horas semanales por materia).
Utilización recursos financieros (autonomía Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, y España).
Gestión centros docentes (selección director y contratación docentes, amplia autonomía Reino Unido, Países Bajos y Bélgica. Reino Unido equipo docente responsable plan desarrollo ante autoridades locales. Francia directores primaria maestros y del cuerpo de Directores en Secundaria)
Autonomía pedagógica (Reino Unido obligación impartir Matemáticas, Inglés y Ciencias Naturales, además de Religión, distribución 9 materias a lo largo etapa y niveles, especialización curricular; en Francia municipios dotan de material a centros de Primaria, y en Secundaria profesionalización equipo directivo conlleva innovación metodológica).
Grado autonomía
Plena
Limitada
Nula
Delegada
Contenido autonomía
Utilización fondos públicos
Obtención y utilización recursos privados
Autonomía respecto a equipos directivos
Autonomía respecto a profesorado
Autonomía respecto al PAS
22.6.- CONCLUSIÓN
Autonomía centros principio, factor calidad y tendencia incremento
Proyecto educativo, NCOF, gestión. Proyectos específicos
España cerrada por normativa estatal, poco margen para equipos directivos
Tendencia europea autonomía orientada a mejoras resultados, rendición cuentas, contratos
Evaluación interna y externa importante, labor Inspección supervisión y evaluación
BIBLIOGRAFÍA
ÁLVAREZ MARTÍN, F. (2009): Estrategias y modelos de organización y dirección centros educativos. Granada: Ediciones Alhambra.
MÁS i MORILLAS, C. (2010): Inspección de educación y autonomía de los centros. En Revista de Participación Educativa, 13. Madrid: Consejo Escolar del Estado.
Tébar Cuesta, F. (2018). Autonomía de los centros educativos (intervención de la Inspección de Educación). Avances En Supervisión Educativa, (29).
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